Es justo decir que España llegó tarde a la mesa a la hora de reconocer los superpoderes mundiales de sus alimentos; mientras que Italia y Francia han pasado años en el centro de atención, España estaba esperando su momento. Sin embargo, en los últimos años, la gente ha venido a celebrar los sabores extraordinarios y la variedad de productos que la cocina española tiene para ofrecer.
Los chefs de alto perfil como Ferran Adria y los hermanos Roca han recibido el reconocimiento internacional de la alta cocina de España. Pero el corazón de esta permanece en su naturaleza rústica y casera, un legado de una época en que los españoles en apuros tenían que trabajar la tierra por todo lo que ofrecería. Y es por eso que hay una serie de joyas en nuestra gastronomía que no te puedes perder:
- Paella valenciana: La paella es quizás el plato español más famoso de todos, y sin duda uno de los más conocidos. La auténtica paella se origina en la región alrededor de Valencia, y viene en dos variedades: paella valenciana, con conejo y pollo; y paella de mariscos.
- Patatas bravas: Un plato básico entre los que componen un menú de tapas clásico, las patatas bravas se llama así por su salsa picante. Las patatas se cortan en cubos y se fríen; la salsa puede venir de muchas maneras, desde salsa de tomate picante hasta mayonesa de ajo con una pizca de pimentón.
- Gazpacho: Esta sopa andaluza a base de tomate es famosa por servirse fría. Sus ingredientes principales, aparte del tomate, son pimientos, ajo, pan y mucho aceite de oliva.
- Pimientos de Padrón: Un plato común en los menús de tapas, los pimientos de Padrón son pimientos verdes que provienen originalmente de la ciudad de ese nombre en Galicia; se sirven fritos y con una pizca de sal.
- Fideuà: Menos conocido por los turistas, la fideuà es un tipo de pasta española similar a los fideos. Es popular en Cataluña y Valencia en platos de mariscos que rivalizan con la paella por su sabor y complejidad.
- Jamón: El jamón o jamón curado es el producto alimenticio español más famoso. Las patas de jamón se salaban tradicionalmente y se colgaban para secarlas para preservarlas durante los largos meses de invierno. El jamón serrano (de la montaña) es el tipo más común y proviene de cerdos blancos; el jamón ibérico proviene de cerdos negros.
- Tortilla: La humilde tortilla española se puede hacer con chorizo, pimientos y cebollas, entre otros ingredientes, pero los puristas le dirán que solo debe contener patatas y huevos. Las papas se cortan en cubitos y se fríen ligeramente antes de agregarse a la mezcla de huevo, y se fríen a fuego alto.